”LA MALASANGRE” (NOTAS PARA UNA INTERPRETACION FALTANTE)

Son esas cosas que a uno (como si el Uno fuese posible), le llaman la atención:

Cada 25 a 30 días, Martín repite en forma regular: Pérdidas de sangre por nariz, hemorroides con hematurea, cortes en dedos, gastritis hemorrágicas, granitos en cara y cuello, anginas rojas a repetición, encias sangrantes.

Martín inició su tratamiento por sugerencia de su secretaria con quién ha mantenido relaciones sexuales actualmente suspendidas. Los días en que ella tiene su período, el le concede “pequenas vacaciones” y dice: “esos son días sagrados para las mujeres”. Martín es gerente de banco, licenciado en administración de empresas, tiene 46 anos y es casado sin hijos. Sus lecturas predilectas son las de ciencia-ficción y las específicas de su profesión. Posee un alto nivel intelectual y realiza deportes en ámbitos cerrados.

Algunas de sus inquietudes en la empresa son:                                                                                                                    

Ningún puesto puede quedar vacante”.

“Todo el personal debe llegar a horario”.

“Un lugar para cada cosa…”

“Un buen corte de pelo en los hombres”.

Frases que apuntan al fantasma que se esconde tras lo dicho.

Como si fuese desde la Caja de Pandora, sus recuerdos aparecen. Lo misterioso (Mystes=boca cerrada), emerge.

 

ESCENAS ENCONTRADAS:

 

1)”Una noche en el baño de la casa de vacaciones, donde estaba con mis padres y mi

               abuelita (le pido que asocie con abuelita): “Se me ocurre la abuelita de Caperucita                                            

               Roja”. Al momento me dí cuenta de que también yo lo había asociado.

 

            

                HERIDA DE LOS SIGNIFICANTES

 

                UNO SE RESIGNA AL PERDER…?

 

y prosigue: “y bueno, entro al baño y veo sobre las baldosas…, eran blancas, unas gotas de sangre. La puerta estaba entreabierta y mi mamá sentada en el bidé…, cuando me vió me gritó que me fuera, pero, yo me quedé ahí, inmóvil, mirando…no se por que. Entonces mi madre me dijo que a mi no me iba a pasar eso…, eso le pasa a las mujeres, ahí…, recuerdo que pensé: pobres y…, pobre mamá”.

 

Edad: 10 anos aproximadamente.

 

2)”Una mañana temprano oí ruidos en la habitación de mis padres, eran raros, mamá se  quejaba…, papá resoplaba…me acerqué y los ví, papá arriba moviéndose…, me quedéa una distancia corta, a un costado de la puerta…, sentía el corazón retumbando”.

 

Edad: 9 anos aproximadamente.

 

3)”Creo que tendría 6 o 7 años cuando le escuche decir a mamá: No Pedro, no podemos

porque estoy con la regla. Qué era eso…? Yo también tenía reglas, corrí a mi cuarto y ví

que no me faltaba nada, ni la regla ni el compás ni el transportador”.

 

4)”La primera vez que ví a mi primita Cecilia, yo tendría 4 o 5 años, no tenía nada…, yo

me agarré el pito enseguida. Creo que pensé que se lo habían quitado o todavía no se lo

habían puesto”.

 

Escena tras escena como una telaraña. Recordamos a Aracne, gran tejedora que en un desafío a Athenea (Diosa de las Artes), airada ésta ante el tema que Aracne eligió para competir, le rompe el tapiz. Aracne dolorida se ahorca con un hilo de mismo. Athenea, diosa no sanguinaria, afloja la cuerda y permite que la doncella se convierta en arana, las que seguirían eternamente tejiendo bellas telas, colgadas de las mismas como si estuvieran ahorcadas.

Por qué este hombre es alguien que ha empezado a dejar de tener miedo a sus palabras; acepté el desafío de desenredar el sintomático nudo que lo “ahorca” mensualmente.

En diferentes oportunidades hizo referencia al color “bordeaux” del reloj, del teléfono y al rosado de dos cuadros del consultorio. “Lo obvio, es cierto, no es transparente”. Lo obvio no es pesado, es leve, pero su peso está en ese Saber sin poder ponerle palabras. Mis palabras fueron insinuaciones referidas a la mensual resignificación de ese juego simple que se realiza en su cuerpo. El juego de la conversión de lo trágico en comedia en un cuerpo que goza en el síntoma. Qué falta? Se me ocurre que faltaría el fantasma que le sería otorgado por una interpretación que aún también falta. De esa representación que falta al yo para conocer ya que el que sabe es el Otro. El que vió es el Otro con esa inmensa mirada donde todo se acurruca.

El cuerpo de Martín usado por el Significante como escenario, posee una eficacia simbólica donde las Escenas se parecen a sonidos, Ecos, que se reiteran sin cansancio. Es ese un cuerpo denso con un estilo de teatro extremo. Ese cuerpo de hombre de bien cómo le hará el amor a una mujer con sangre?

 

“Retournement del Incesto”

 

Mamá con sangre = repudio de las mujeres (pobres) con sus períodos.

Hombre de bien, alto funcionario del deseo de cualquier otra persona; hombre que posee un saber no simbolizado por la Palabra. Esta estaría “dicha” como sangre que corre. Movimiento donde Eros hace su parte, la indicada por el Destino.

Es éste un cuerpo rígido, lavado, ascéptico, sensualmente pobre, vestido inmaculadamente de azul y/o gris. Los otros colores parecen no existir. Impecables zapatos al tono, es decir siempre negros y sus corbatas…!

Todo esto fue observado casi siempre igual durante el tiempo de análisis.

Este cuerpo donde se hace real una constante tragedia, sirve a la Amenaza de Castración para disfrazarse de Síntomas, ese Gran Disfraz. Aquí aletea la Angustia, ese camino angosto (he aquí el origen de la palabra). Angustia que lo hizo cesar repentinamente en sus prácticas masturbatorias a la edad de 11 anos concurriendo a la cita de la Represión, la emergencia de una fantasía culposa, regenerada por aspectos religiosos. Estos vinculados a la matanza de Ninos Inocentes que se celebra el 28 de Diciembre de cada ano. El día 24 de ese mismo mes le promete a Dios Padre (Padre Bueno), no masturbarse más. Recuerda que  apartó horrorizado una lámina de un libro religioso, en el que se mostraba la matanza a partir de la ley de Herodes (Padre Malo). Recuerda que se tranquilizaba al ver el color blanco de su semen al eyacular.

Leemos en Freud: “La masturbación permite realizar en la fantasía, desarrollos y sublimaciones que no representan progresos, sino solo nocivas formaciones transaccionales. Es cierto que, según la importante argumentación de Stekel la misma transacción puede neutralizar graves tendencias a la perversión y evita las consecuencias más funestas de la abstinencia”. (1)

“Se recordará seguramente cuantos ataques histéricos reproducen al acto masturbatorio en forma oculta o disfrazada después que el individuo ha renunciado a este tipo de satisfacción y cuántos síntomas de la neurosis obsesiva tienden a sustituir y a repetir esta forma de actividad sexual prohibida”. (2)

En ese cuerpo tatuado de colorado, con su rito mensual, cuál sacerdote del Engaño, lo que retorna es lo idéntico. Sabemos que las cosas son fenómenos, es decir, que se nos aparecen como…idénticas a si mismas; ellas ocupan un agujero en nuestro conocimiento, pero ellas serán cosas de la verdad, no serán la verdad de la Cosa.

Lo idéntico aquí es la Castración no efectuada, sino Amenaza. De ella conocemos su efecto, su terror, no ella misma, por lo que entonces me queda poco o nada por seguir diciendo. Acaso la Palabra no castra?.

Preguntemos entonces a ese mito del Eterno Retorno simbolizado en esa víbora que circula en el escudo urobólico de la Medicina y en las runas escandinavas entre otros lugares mágicos.

Lo que aterra y al mismo tiempo atrae son algunos fantasmas, esos híbridos o mestizos nombrados así por Freud. Representaciones ideológicas de la Pulsión (ese ser mítico), que refieren a aquellas lejanas imágenes de las primitivas matrices.

Ese fantasma de las palabras “Malasangre” que se convierte en el  nombre que mitifica a su malestar. Digo de las malas palabras ya que solo existe, para Martín, el maldecir.

Es Martín quién dió a luz este texto (obviamente alienado), ya que al decir la “Malasangre”, el fantasma cobró un nombre, su nombre, y él pagó un precio, su precio, el que lo empequeñeció. Martín un gran niño, o un niño grande?

“Oscilación y retorcimiento de los significantes”.

La primera vez que hablamos sobre esto se mostró perplejo y es que la perplejidad, no será esa tela tornasol donde se juega simultáneamente lo idéntico y diferente que es el Es Psicoanalítico?

De esa perplejidad habla el sonante cuando en vigilia dice: “Tuve un sueño tan raro, tan curioso”. Esa perplejidad que se nos aparece como un extraño vagamente conocido.

El no veía tan claramente. Acaso se puede ver claro? Es obvio que en el texto de una desilusión, en el mismo enunciado nos despedimos hasta siempre de lo anterior. En Edipo el horror retorna y aunque se ciega, el fantasma plenamente instalado no lo persigue desde fuera como las Erinias a Orestes. Aquí el Fantasma ES y marcado en el rasgo celebrado por cuencas sin ojos se hace Fantasma y cobra su lugar en la mas profunda de las realidades.

También hay juego en esa ficción que nos ciega para que no podamos atravesarlo. Esto sería un Análisis, un Fantasma que se atraviesa con la voz del Otro, dudando de palabras tan humanas tales como: “Yo, nosotros, mi dolor, sabe usted que mi verdad es…” etc. etc., y tratando de escuchar con la Gran Oreja, los intermezzos que esperan ser interpretados. Aquellas son palabras que remiten al borde filoso donde la Castración brilla por su Presencia en la inquietante transferencia.

Brillo de palabras, atracción por el encantamiento de las Sirenas, sucumbir ante el leve peso de la Diferencia. Horror, ante las pequeñas manchas rojas de la sangre de su madre. Acaso habrá otra sangre que no sea la de la madre? Pero…, él no desvió su mirada!

Visión del ángulo ensangrentado de la madre. Allí, donde debía haber algo, hay solo un líquido, vestigio, huella que causa horror en su anticipada mirada. Que “training” del ojo y el color!

Su síntoma (cuanto me recuerda a lo siniestro), sutura la otra Escena, donde la cabeza de Medusa en Athenea (madre nunca poseída), emerge de ese ideal universal de la mujer con pene. Sabemos que el terror a Medusa es un terror a la castración relacionado con la vista de algo. El se quedó rígido, acaso erecto? = “No te temo, te desafío”.

El también tiene su pene, Cecilia no lo tenía, nadie gana la batalla, aún sigue el desafío, aún sigue el terror. El continúa su análisis.

Algo se calló del cuerpo de su madre y Martín lo retuvo en su síntoma. Negó la Falta. Conservó lo percibido, pero puso en acción un repudio enérgico de lo que se le impuso como traumático. También decimos que lo reprimido es el Afecto y lo renegado es la Representación.

Esta permanece ligada a la Percepción pero de esto no se puede hablar.

Quién gobierna este estado de cosa? Un Proceso Primario donde se reúnen los contrarios, pegados, asimilados, yuxtapuestos, metaforizados.

Metáfora, amiga de Eros que sigue su estilo de unificación.

Este niño que mantiene la creencia en el falo materno, ha llegado a una (feliz?) transacción en donde fue ladrón y testigo del robo. Robó con su mirada el pene de su madre y lo testimonia mensualmente. Es un pequeñoo Rey Midas, todo lo tocado con su mirada…

En este proceso de visión – trauma – renegación y represión de lo Renegado que dá orígen a esa contradicción, que espera Martín para colocar allí el Fetiche? Será acaso él mismo o una parte suya el Fetiche? Respuestas que calman. Pero…, qué espero yo? Algo vinculado a la esperanza a que él vea. Aquí recuerdo mis tentaciones a usar un diagnóstico precoz (arma imaginaria del comprender), como senuelo lleno de palabrejas que vengan rápidamente a rellenar los agujeros que quedan.

Esperaré a que Martín vea la relación, ya que su simbolización está reforzada por su angustia de castración y demasiado ligada al Narcisismo. Ya el Fetiche es puro Símbolo que aloja en su misma estructura tanto la afirmación como el repudio de la castración, esta gran máscara que posiblemente anhele algún desciframiento.

Freud mismo recordó que “Glanz” bien llegó a ser “Glance”, señalando que el Fetiche subsiste como un emblema del triunfo sobre la amenaza de castración y salvaguardia contra ésta, evitando convertirse al fetichista en homosexual pues confiere a la mujer precisamente aquello que la torna aceptable como objeto sexual (3).

Esta última impresión percibida antes de lo que fue traumático fue la sangre en el mosaico blanco del baño.

Fué ésta una percepción que dió en el blanco. Martín aún no se da cuenta de que la presencia del color (colorado) es una cifra compuesta de esa percepción sellada a su repudio. Un sello lacrado como el de los sobres del Medioevo.

Este Fetiche ( por ahora, seductora hipótesis), es cambiante en sus formas pero no en su contenido.

Piero della Francesca (4), indicaba que en pintura un espacio delimitado por sus líneas era solidario con lo representado en su interior. Y los colores no son estéticos sino lo es la forma que los contiene.

Quizás los colores puedan existir sin alguna forma definida, pero no pueden existir sin significantes.

Nada puede existir sin significantes y creo que el nombre del Fetiche de Martín es “COLORADO”.

La figura del vacío, ese desgarrón en el cuerpo de la madre, incorporado por su mirada que se aterroriza desde aquel entonces ( y el terror produce Goce), parece su destino merecido.

Hay muchas cosas que nos están vedadas al mirar, pero el entrepiernas de la madre parece el lugar primordial del abismo de toda mirada.

Allí toda mirada se pierde. Excepto para el Ciego y sabemos (sabemos?) que no hay mejor Ciego que el que no quiere ver, ni mejor sordo que el que no quiere escuchar, ni peor escritor que el que intente afirmar la totalidad de un texto por más fascinante que éste pueda llegar a ser.

 

BIBLIOGRAFIA

 

(1)        Freud, Sigmund  – Obras Completas  – Tomo 3 – pág. 478

                                       Edit. Biblioteca Nueva – España – 1948

(2)        idem           –                      pág. 479

(3)        ibidem           –                      pág. 273

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