La psicosociología de los pueblos relacionada con el turismo – CAPITULO 9 del Libro Psicología del Turismo – Jorge E. Garzarelli

Concepto y características

Toda actividad turística es una actividad humana basada en el contacto entre diferentes pueblos con diferentes psicosociología.
La psicosociología de los pueblos estudia el comportamiento de las comunidades humanas unidas por una serie de rasgos tanto constitucionales étnicos y culturales.
A las diferencias físicas entre las diferentes razas se asocian las diferencias psíquicas.
No es demasiado difícil darse cuenta de estas diferencias.
Una forma de diferenciar este aspecto lo da el psicólogo L. Clauss.
Para él existirían las siguientes diferencias:

  • los nórdicos serían activos,
  • los occidentales, sociales.
  • los orientales, religiosos,
  • los pueblos del Medio Oriente serían idealistas o meramente materialistas,
  • los alpinos, inhibidos.
Este modo de observar la psicosociologia de los pueblos ya está un tanto en desuso y es relativamente limitada.
Para dar cuenta mejor de este fenómeno debemos recurrir a la etnología que estudia los pueblos, sus culturas y sus profundas descripciones vitales.
Entre esto se encuentra: las costumbres, la moral, el derecho, el arte, la vida práctica, el folklore, su lengua, sus necesidades, sus geografías, su historia, etc. conformando estos aspectos como un todo estructurado.
Existen además tanto tendencias nacionales como internacionales dentro de cada nación más o menos desarrolladas. Se tendrán en cuenta además las filiaciones, las fobias, los prejuicios, los estereotipos, las actitudes.
Para poder trabajar en cualquier clase de turismo, sobre todo receptivo, el agente deberá manifestarse, paciente, comprensivo, acogedor, atento y servicial.

Factores constituyentes

Los factores constituyentes de una psicología de los pueblos son:
1) Factores socioeconómicos.
2) Factores ligados a la herencia cultural y las tradiciones.
3) Factores diferenciales vinculados a las características particulares y singulares de las personas.
4) Factores ambientales y geográficos.
5) Los factores de aculturación o intercambio de culturas, hábitos y
costumbres.

La psicosociologia de los pueblos en relación a los mercados receptores y emisores.

Todos los factores mencionados anteriormente influyen en las relaciones de las sociedades emisoras y receptoras de turismo.
La mayoría de las veces el turista debe relacionarse con sociedades
totalmente opuestas a su estilo de vida. Se puede hacer una clasificación de estos pueblos:

Existiría;

  • una psicologia latina o mediterránea,
  • una psicología germana, anglosajona
  • nórdica y eslava
  • una psicologia norteamericana,
  • una psicologia latinoamericana
  • una psicologia japonesa y oriental,
  • una psicología árabe y africana.

La O.M.T. y el comportamiento psicosocial de las relaciones turísticas

En varias oportunidades la O.M.T. ha señalado la importancia del conocimiento de las diversas culturas de los pueblos en relación a su intercambio en todas las formas posibles.
Hasta el año 1996 la O.M.T. agrupaba a 133 países y territorios así como más de 300 miembros públicos y privados, nacionales e internacionales, a quienes oportunamente provee de información pertinente y diversas declaraciones.
La Declaración de Manila (carta fundamental de principios, propósitos y objetivos de la organización turística internacional) que fue fruto de la Conferencia Mundial del Turismo que se celebró en Filipinas en 1980, sentó las bases del desarrollo y la cooperación del turismo a nivel mundial.
Sobresalen los siguientes puntos: el turismo puede desarrollar un clima de paz y seguridad, ya que es una fuerza vital para la paz mundial y para la base moral e intelectual y la comprensión e interdependencia internacional.

Factores vinculados a la educación:

Para el protestantismo, los que rechazan la noción de lugares sagrados, se hace referencia a los lugares de conmemoración (memoria).
Para el judaísmo, el concepto de peregrinación queda de alguna manera disminuida. Este turismo está unido a la misma religión (lugares de recuerdo histórico, tierra prometida, Israel, etc.).
Para el islamismo, una visita por lo menos en la vida, debe hacerse
bajo la forma de peregrinación a la Meca. Los musulmanes tienen tres
puntos importantes de atracción religiosa: Medina, La Meca y Jerusalén.
Para el budismo, existe el culto de las reliquias y las peregrinaciones a los lugares santos, tales como China, Nepal, Sri Lanka, Myanmar (ex Birmania), etcétera.
Para el hinduismo, las peregrinaciones deberán hacerse hacia Benarés y su río sagrado, el Ganges.

La ONU y la OMT ante los valores espirituales del turismo

Las Naciones Unidas declararon en el año 1967 que el turismo se debería convertir en un instrumento de paz.
Es también un signo de fraternidad entre los pueblos y de encuentro ecuménico y de diálogo, facilitando los contactos culturales.
Es un aporte al desarrollo de valores espirituales y debe ser considerado como un factor de restauración de la personalidad y de la dignidad humana.
La OMT en su declaración de Manila señala que el turismo posee efectos beneficiosos sobre la salud física y psíquica de quienes lo practican, siendo un factor de equilibrio social y bienestar individual y colectivo. Y en su artículo 21, señala que la práctica del turismo contribuye a:
a) la plena realización de la persona humana,
b) una contribución creciente a la educación,
c) la igualdad de destinos de los pueblos,
d) la liberación del hombre respetando su identidad y su dignidad,
e) la afirmación de la originalidad de las culturas y el respeto del
patrimonio moral de los pueblos.

El turismo religioso

La peregrinación (del latin peregrinus = el extranjero o el que camina, el que viaja por este mundo), es una de las formas más antiguas del turismo.
La peregrinación es un viaje hacia un lugar sagrado tal como Jerusalén, La Meca, Lourdes, Santiago de Compostela, Guadalupe, Benarés, etcétera.
Con el desarrollo del turismo de masa en Europa y en América del
Norte, se ha instituido en 1960 la Pastoral del Turismo.
En el año 1967 en Ginebra, en un encuentro de la Iglesia Católica, el turismo fue considerado como una conquista del hombre que «lo sustrae de la servitud y de las preocupaciones del trabajo alienante y lo transporta a un lugar donde puede dialogar consigo mismo y con los demás en un clima más distendido y más natural».
En este sentido el papa Juan Pablo II recuerda con ocasión de la «Jornada Mundial del Turismo», el 22/11/82 que «el turismo contribuye a la formación personal, enriquece la mente, eleva el espíritu hacia las maravillas del arte y la naturaleza, supera los prejuicios, acerca las mentes, ayuda a los intercambios culturales para una mutua comprensión, promueve el sentido de solidaridad universal, refuerza las bases de la paz en el mundo, lleva a los hombres al diálogo con el absoluto y a la contemplación del inmenso misterio que nos rodea. Por otro lado permite mayores relaciones entre gentes y pueblos distintos, ofrece espacios de ocio aprovechables para encontrarse consigo mismo, con los demás y con Dios, favorece el mutuo enriquecimiento humano y cultural, el contacto con la naturaleza, estimula la hospitalidad y la tolerancia, a la vez que es fuente de bienestar y de progreso material».

Turismo religioso y turismo cultural-espiritual

Ambas posiciones se diferencian en algunos aspectos. Cada religión tiene sus propios criterios éticos y espirituales.
Las seis principales religiones del mundo:
  • cristianos católicos
  • cristianos protestantes
  • judios
  • islámicos
  • hinduistas
  • budistas
configuran dos tendencias claramente delimitadas.
a) Aquellas religiones (como el catolicismo y el budismo), para las cuales el concepto de peregrinación y retiro espiritual forma parte de su contexto religioso y facilitan y promueven la práctica de estas actividades.
b) Las religiones para las que no existe el concepto de peregrinación a lugares sagrados, pero cuyos adeptos practican una forma de turismo ligado a ciertas historias o lugares específicos.
Hay tres tipos de enfoques para el turismo religioso:
1) enfoque espiritual: medio de acercamiento a Dios,
2) enfoque sociológico: medio para que el creyente conozca mejor la historia del grupo al que pertenece.
3) enfoque cultural: medio para visitar lugares de culto y sagrados tanto para los creyentes como no creyentes.

El turismo religioso está organizado del siguiente modo

Para el catolicismo, es una forma de relacionarse con Dios acceder a la cultura de la religión cristiano-católica y de cultivo humano.
Está inserto en la civilización del ocio, es además un producto como tal, estructurado por las autoridades de la Iglesia a través de la Pastoral del Turismo, fomentando el Ecumenismo. El peregrino se sitúa totalmente fuera del turismo para vivir una experiencia religiosa o al tema su vivencia religiosa con la visita al lugar sagrado y además se interesa por la cultura: arte, música, etcétera.
La infraestructura para acoger a este tipo de turista es:
  • oferta: alojamiento, por ejemplo,en monasterios, manutención,
  • oferta de los servicios religiosos,
  • personal laico o religioso para atender al turista,
Los lugares de peregrinación más habituales son: Tierra Santa, Roma, Fátima, Lourdes, Covadonga, Santiago de Compostela, Montserrat, iglesias, catedrales, monasterios, rutas de peregrinación.

Una respuesta a “La psicosociología de los pueblos relacionada con el turismo – CAPITULO 9 del Libro Psicología del Turismo – Jorge E. Garzarelli”

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