Funciones del ocio – CAPITULO 5 del Libro Psicología del Turismo – Jorge E. Garzarelli

Funciones del ocio

Dumazedier puso sumo cuidado en detallar el carácter funcional del ocio. En la encuesta de 1950 señala que casi todas las concepciones del ocio tienen que ver con la liberación y el placer y en relación profunda con:
las tres D:
  • el descanso
  • la diversión
  • y el desarrollo de la personalidad

El descanso nos liberará de la fatiga (física y psíquica).
La diversión nos libera del aburrimiento, de la monotonía de las tareas parciales y de las alineaciones del hombre actual. Es, aparte de esto, un factor de equilibrio y un medio para soportar las coerciones de la vida social.
La función del desarrollo de la personalidad nos liberaría de los automatismos del pensamiento y de la acción cotidiana, permitiéndonos una participación social más amplia y libre y el acceso a una cultura tanto del cuerpo como de la sensibilidad y de la razón.
Si bien son tres fenómenos diferentes, por medio del ocio podemos llegar a integrarlos positivamente.
Al final Dumazedier nos señala que el ocio se presenta como un con junto de actividades originales y distintas de las actividades productivas y de los deberes sociales, los que podrían llamarse actividades terciarias.
A esta posición de Dumazedier (que se vincularía mucho más con lo objetivo), se le añade la posición de Weber (de carácter más subjetivo).
Para este autor (en su visión antropológica) las funciones más importantes del ocio son:
  • regeneración
  • compensación e
  • ideación

Regeneración de las fuerzas físicas y anímicas.

Regeneración que puede ser activa o pasiva.
Compensación que consiste en el equilibrio de las frustraciones, mediante una superación (por sustitución) de los anhelos frustrados e Ideación que es una función espiritual -ideal del pensamiento. Intuición de ideas con sentido vital. Es el ocio contemplativo, posible sólo en el tiempo libre de trabajo.

Una teoría del ocio (según Joffré Dumazedier)

Este importante autor ha elaborado su teoría del ocio en dos correlaciones complementarias.
La primera que fue notablemente aceptada por muchos autores y una posterior de reciente aparición que Dumazedier, solicita se adhirieran las nuevas concepciones.
En la primera formulación:
– se parte del ocio vivido por la mayoría de los trabajadores
– del ocio considerado en su totalidad y
– luego integrado al conjunto de la vida cotidiana en forma evolutiva.
Todos estos procesos fueron realizados desde una investigación histórica desde los años 1830 hasta nuestros días. En ese primer momento Dumazedier define al ocio dentro de un carácter funcional y banal pero completo y dice:
«el ocio es un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse con pleno consentimiento, sea para descansar o para convertirse o para desarrollar su información desinteresada, su voluntaria participación social o su libre capacidad creadora, cuando se ha liberado de todas sus obligaciones profesionales, familiares y sociales».
En esta definición enfocamos cuatro elementos de diferentes naturaleza:
1) un elemento de carácter objetivo: el ocio consiste un conjunto de ocupaciones.
2) otro elemento de carácter subjetivo: obrar individualmente (pleno consentimiento).
3) un tercer elemento que implica lo teleológico: que se refiere a las formas concretas que revisten aquellas ocupaciones (las funciones del ocio)
4) por último un elemento esencial: el ocio se daría sólo y cuando hayamos terminado nuestras obligaciones.
En una segunda formulación, Dumazedier señala que la palabra ocio tiene que ver con el contenido del tiempo orientado hacia la realización de la persona como fin último.

Deja un comentario