Esta vez Morpheus lo convoca hasta un paisaje verdoso,
allí se hizo presente un sol brillante, pocas nubes en blanco magistral
desde arriba y en forma flotante podían ver una pequeña aldea sobre la montaña,
estaba en ruinas,
sin presencias,
con despejados senderos.
Como en cada viaje concluido Don Morpheus,
Dejó estos interrogantes.
¿Porque la ausencia moviliza en tiempos de distanciamiento?
¿Cómo se puede ser presente en el presente?
Y… ¿La presencia desde la ausencia?
La presencia desde la ausencia,
¿podría ser una lección de amor?
¿podría ser una revisión inquieta de la historia?
¿podría ser un duelo que nos deja “pedaleando en el aire?”.
Desde el deseo,
será un ver cómo la ausencia
responde estas preguntas desde la presencia.
Un Tal Hernán Villarroel
Lo conozco a ese tal Hernan, aparte de buen psicologo es un tipazo sumamenet e creativo y «de lo que hay poco» muy buena persona.Lo digo con experiencia argumentativa. Placer de tener en la pagina.