Señoras y señores poetas:
El insecto que se desliza a ras de tierra
nos ignora.
Los latifundistas también.
Por eso nuestra idea de la poesía
nunca debe de ser tan grandiosa.
Alcanza
con que quepa
en una caja de zapatos
mediana.
Doctor en Psicología
Señoras y señores poetas:
El insecto que se desliza a ras de tierra
nos ignora.
Los latifundistas también.
Por eso nuestra idea de la poesía
nunca debe de ser tan grandiosa.
Alcanza
con que quepa
en una caja de zapatos
mediana.
No se por qué me persiguen dos barcos
que se estrellan en la madrugada
o
en una noche que no es ni áspera ni dócil.
Apenas veo sus proas.
No los distingo, los siento ahí
en alguna parte del mar, de otro mar que no es el mío,
tampoco el de los sueños.
Quizás sí sea el de la infancia, más allá del Le Maire,
el de los libros
o el de las pesadillas del invierno.
Dos barcos grises, sin tripulantes, chocando
sin ruido
entre olas altas.
Julio – 2015
Anahí Lazzaroni
Por más que te busque, no deseo encontrarte.
Permaneces en mi alma, oh enorme Tristeza de Calcuta.
Mi mirada furtiva tiene gusto a temor y anhelo
Mi furtivo temor tiene gusto de anhelo
Mi furtivo anhelo
Mí furtivo anhelo.
El levísimo espectáculo de una mariposa libando néctar.
El sol sonríe, cerrando un día tras el tibio ardor
que encierran los adioses.
Sólo el blanco de los ojos
y los dientes blancos
de sus tan humanos habitantes mágicos.
En algunas esquinas
había un tumulto de resplandores:
niños jugando con su inocencia.
Los rickshaws seguían rodando
igualmente
sonando sus irisdiscentes cascabeles.
Yo, permanecía absorto en las profundas cercanías
de un Paraíso de tenues sombras.
He escuchado por todas partes que hay un hombre solo.
Tardé en darme cuenta que hablaban de mi.
Esa noche me despedí varias veces.
Ninguna de ellas podría ser definitiva.
La melancolía que se cierne en torno a cualquier adiós,
pertenece al fragor de mi alma.
Es una hermana gemela.
No hay ninguna distancia entre mi yo y ella.
Ninguna.
Esta futura soledad que ya me aguarda, no me oprime, no me
limita: es una leve forma de mi libertad.
Por eso no puedo dejar de despedirme, una y otra vez.
Hoy he pasado por mismo y
no me he encontrado.
Tantas veces son las que me siento un extranjero
que he decidido escandalosamente
comprarme un espejo.
En él, sigilosamente observé el alma quebrada en el ala de un cuervo.
Alguna vez dejaré de insistir en que para vivir hay que asombrarse de todo?
la melancolía que tu rostro tiene
es la máscara verdadera
de mi propia melancolía.
Lentamente la ilusión se desvanece.
Luego y también muy lentamente renace.
Esta vez, calculada, numérica, exacta, pero con la intensidad
de las flores de loto que vi en un apaciguado (desde siempre)
estanque, silencioso y algo secreto en las afueras de
Calcuta, esta ciudad tan amada.
Cada instante tu mirada y tu recuerdo son como una carta sin
estampilla que vuelve cada vez a un remitente imaginario.
No fue sorpresa ni miedo
sólo,
un empuján profundo en el alma.
Quién soy, mi Dios
Qué hago aqui?
La noche des Calcuta es un Universo inconmensurable.
El grito de un cuervo
desgarró la luz amarilla de la mañana.
Lo vi, algo lejano, oscuro y discreto
Mi incertidumbre duró solo un instante,
una paloma se apoyó brevemente en mi ventana.
Algo conocido apeciguó esí
el pequeño sobresalto de esa mañana.
Continuar leyendo «Calcuta – Sentimientos – Reflexiones y Poemas – Jorge Garzarelli»
Un inventario – parte una y última del nítido Silencio del Alma
La honesta sensación de la mano firme sobre el pecho
La ceremonia constante de los silencios
El pequeño complot de las miradas furtivas
La desidia y el lento tormento de los adioses
El vértigo de lo que se desliza para nunca mas volver
Continuar leyendo «INVENTARIO MELANCOLICO – Jorge Garzarelli»