INTRODUCCIÓN
El 13 de marzo del 2020, ante la situación de pandemia por COVID-19, el decanato tomo la decisión de cerrar las puertas de la Facultad de medicina UBA. A partir de ese día las clases comenzaron a ser virtuales, fue un aprendizaje y colaboración en común entre los alumnos y los docentes. Nadie estaba preparado para una enseñanza virtual. Comenzaron cursos de apoyo para los docentes.
Poco a poco se fue perfeccionando el contacto entre los alumnos y los docentes.
Se generó una nueva enseñanza. Donde el conocimiento lo construía el alumno guiado por los docentes. Donde los alumnos no repetían metódicamente lo que decía el docente en un seminario sino que a través de actividades interactivas lograban el aprendizaje.
La utilización de las redes fue fundamental en este proceso.
Se logró evaluaciones virtuales.
Pero dentro de esta nueva normalidad, la virtualidad en la enseñanza surgieron logros impensados; un alumno realizó un trabajo que representaba una bisagra entre arte y conocimientos científicos