PSICOLOGÍA DE LA PAZ

 

Resumen

 

En función de una mirada tanto retrospectiva como actual de la historia, nos sumerge de inmediato en un nivel de angustia existencial que sobrepasa los límites de la compresión del “fenómeno humano” .

Agresiones, hambrunas, injusticias, pobreza, guerras, guerrillas y terrorismo de todo tipo, forma y color se sobreponen, conformando el más profundo substrato de Maldad en nuestro planeta.  

Hasta ahora los esfuerzos realizados por las naciones y las organizaciones pertinentes  para mantener la Paz se han mostrado inocuos e insuficientes. Una pertinaz lectura de los mismos proponen una vana esperanza ante los resultados obtenidos.

No obstante es también insistente la acción de grupos comunitarios, religiosos, pacificistas, oficiales, privados nacionales o internacionales para una posible intervención positiva en el campo de las negociaciones de los continuos conflictos emergentes en todos los continentes.

El nivel de concientización en las representaciones sociales de los conflictos que conducen a las guerras y a la ausencia de Paz, no es suficiente, por lo que se requerirá de mayores y mejores aportes por parte de todos para el logro paulatino de ese prístino valor que de continuo se nos escurre de las manos.

 

Por esto  y coincidiendo con nuestros objetivos en la investigación que se viene realizando desde hace cinco años en la Facultad de Psicología para una “Educación para la Paz” (aunque el autor trabaja este tema desde el año 1986) y realizando presentaciones en diversos ámbitos, así también como jornadas, encuestas, seminarios, y conciertos con el fin de depositar en la sociedad criterios vinculados a la temática y pretender el logro de acciones conjuntas entre los diversos sectores de la sociedad, esta temática es consistente con las propuestas de otras organizaciones.

Desde esta perspectiva la acción mancomunada y persistente de los miembros de nuestras sociedades actuales permitirían un “descanso” en los puntales de la Paz, los que desde un punto de vista cristiano, son La Verdad, La Justicia, El Amor y la Libertad.

 

Palabras clave

Psicología de la paz, valores, conflictos, guerras, educación, democracia

 

Acerca de la paz

 

La Paz, como valor humano y, por lo tanto, sujeto a las constantes variaciones del devenir del Hombre, podría ser definida desde diferentes perspectivas, más ante la urgencia de esta presentación, reduciremos el concepto a los siguientes puntos:

  • Ausencia de conflicto armado (o no) entre pueblos y naciones
  • Respeto mutuo entre hombres y población
  • Responsabilidad ante el Derecho General e Individual
  • Actitud comprensiva y tolerante frente y para con los otros
  • Eliminación del racismo, la intolerancia religiosa y el nacionalismo agresivo

Según un especialista en el tema de la Paz, el Dr. Mario Borelli, la Paz, en una sociedad, es el resultado de la igualdad de derechos. Mediante esta igualdad de derechos, el miembro de la sociedad participa, equitativamente, en el poder de decisión; a su vez este proceso sirve para regular la sociedad y para regular la distribución de los recursos que la sostienen. Para otros autores como Wehr y Esshburg,(l994) la Paz será “la ausencia de explotación del hombre por el hombre en todas sus posibilidades”.

¿Se hace necesario recalcar que la Paz es el natural soporte de las instituciones democráticas?

¿Acaso no son estas las que organizadas en base a criterios pacifistas promueven el desarrollo creador de las comunidades al servicio de la vida?

Conviene considerar que la paz es:

  • INDISPENSABLE PARA EL DESARROLLO Y PROGRESO DE LOS PUEBLOS
  • LA SEGURIDAD DEL INDIVIDUO Y LOS GRUPOS
  • PARA LA INDEPENDENCIA NACIONAL
  • PARA LA SOLIDARIDAD SOCIAL

Si reflexionamos sobre la iniciativa de la República de Costa Rica (pueblo con una profunda y vieja tradición democrática), acordada por la Organización de las Naciones Unidas de que en el año 1986 haya sido el AÑO DE LA PAZ, ¿por qué no extender a que SIEMPRE SEA ESE AÑO?

Desde la antigüedad el hombre se ha preocupado por los temas de la guerra, la violencia, la paz, la armonía entre pueblos, pero no fue sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial que estos estudios adquirieron alguna forma disciplinaria y sistemática de los que se pueden obtener conceptos tales como que:

  1. La Paz está sujeta a la experiencia humana ya que como señala la UNESCO: “La guerra y la violencia están en la mente de los hombres”.
  2. La Paz siempre es preferible a su antivalor: la guerra. Estos dos aspectos aparecen como dialecticos y romper esa estructura será una tarea ética y necesaria al servicio del progreso orgánico de la Humanidad. Será en la guerra donde encontraremos la máxima explosión del innato impulso destructor (por cierto no la única tendencia) del ser humano.

No es posible argumentar que la ausencia de guerra signifique la Paz ya que ésta (desde que Galtung introdujo el concepto de “violencia estructural”, puede argüirse que no hay paz si no existe coetáneamente la justicia.

Puede señalarse entonces que, como la raíz de la violencia también se encuentra en algunas estructuras sociales, mientras estas se sostengan de tal modo difícilmente podrá erradicarse la guerra de nuestro planeta y más allá del mismo. 14.000 guerras hubo en el mundo. ¿No han sido suficientes para que reflexionemos sobre esta “absurda reiteración del sin sentido”?

 

Respecto del tema de la violencia, hasta ahora en los estudios se han aceptado dos clases:

  1. Violencia directa, así como el ataque físico y la guerra.
  2. Violencia estructural, de la que Galtung identifica tres modalidades: A.- Violencia por explotación (por ej. en el trabajo); B.- violencia por fragmentación, cuando la distribución de los bienes comunes no se han realizado en forma equitativa; C.- violencia por penetración, cuando la “elite” de varios grupos se unifican e imponen su cultura y economía a través de alianzas y contratos que producen sistemas injustos.

Merece consignarse aquí que ligado al concepto de violencia encontramos el de conflicto que puede definirse a veces como un obstáculo de lo negativo para la obtención de valores dignos; pero, por otro lado, en los conflictos encontramos la sustancia por medio de la cual descubrimos aun ahí, las posibles soluciones del mismo.

Una educación por la Paz (objeto de nuestra actual investigación) no buscará eliminar el conflicto ya que el mismo es necesario para establecer y mantener la Paz. Últimamente, ya no se usa el termino resolución de conflictos, sino “manejo o dirección de conflictos”.

Toda teoría acerca del conflicto debe y puede ser aplicada a relaciones interpersonales, de grupo, sociales e internacionales y, en estos casos, se deberán clasificar los valores imperantes y los necesarios que establecerán relaciones entre el bienestar económico, la justicia social, el desarrollo tecnológico y el equilibrio ecológico. De aquí que el concepto de Paz negativa o Paz positiva no sea solamente la ausencia de guerra sino el manejo constructivo y positivo del conflicto.

 

Las posibles soluciones al complejo y grave problema que presentan las patologías del conflicto deberán sostenerse desde dos pilares complementarios:

  1. Idea (como principio de investigación)
  2. Acción (como educación)

Desde todas estas perspectivas posibles, ya que la enfermedad que conduce a la guerra contagia a todos los estamentos creados ya sea bajo figuras institucionales pequeñas o macroinstituciones.

 

Abordaje metodológico al concepto de la paz

 

La realidad se le presenta al hombre como una totalidad compleja estando su naturaleza conformada por diversos y variados problemas cuyas posibles soluciones pueden abordarse desde diferentes perspectivas: económica, histórica, biológica, sociológica, psicológica, etc., y en esta realidad, la Paz, en su esencia se vincula con todas las actividades humanas, pero establece una “ligaçon” relevante en la Educación con los siguientes tópicos: Paz y geografía, historia, economía, ecología, instituciones democráticas, defensa civil, derecho, arte, ciencias naturales, medicina, política, psicología, sociología, filosofía, ética y antropología.

Obviamente el estudio de la Paz en relación con estas ciencias necesita una metodologización más profunda que permita un acceso más profundo a los contenidos propios de cada una de ellas y al enlace obtenido.

Aquí los conceptos de multidisciplinariedad e interdisciplinariedad se hacen factores recurrentes para una mejor vinculación del conflicto problema.

El primero (multidisciplinariedad) como yuxtaposición o agregación de diversos estudios en torno a un problema común en el que cada uno de ellos representa un enfoque particular teórico a un problema especifico. (Ejemplo: la salud estudiada desde lo demográfico, lo político, lo psicológico, lo económico o desde aspectos propiamente médicos). Generalmente la síntesis realizada en estas formas de trabajo es un resumen de las conclusiones que por separado han arribado las diferentes escuelas.

El segundo (interdisciplinariedad) como integración y síntesis posee finalidad de lograr que los elementos constituyentes de dos o más disciplinas se integren entre sí tal como el tejido de un alambrado que conforma una malla textual dinámica y abierta a nuevos conocimientos.

Ambos conceptos adquieren características relevantes propias.

Todas las nuevas tendencias intelectivas apuntan a esta integración científica la que de hecho permitirá acceder no sólo más profundamente sino más puntualmente a los “objetos del saber” sin perder su globalidad temática con el consecuente incremento del conocimiento humano, perdido relativamente con el aumento de las especializaciones que tuvieron lugar en el presente siglo.

Esta investigación permitirá asimismo un estudio de la realidad más totalizadora en el que las investigaciones que se realizan cuando surge algún problema teórico o practico podrán ser más exhaustivas y clarificantes.

Todo esto implica un proceso de aprendizaje que puede lograr una estructura homogénea mediante los distintos pasos del método científico: 1. Observaciones de la modalidad; 2. Emergencia del conflicto o problema; 3. Recolección de datos; 4. Clasificación de los mismos; 5. Ordenamiento según valores cuanti y cualitativos; 6. Comparaciones con datos de otras observaciones; 7. Descripción del fenómeno enumerando los principales elementos y las relaciones observadas entre los mismos; 8. Establecimiento de hipótesis como respuestas tentativas a la situación de conflicto; 9. Verificación de las hipótesis; 10. Establecimiento de la validez de las hipótesis generando: 11. Conclusiones que permitan establecer: 12. Leyes y generalizaciones.

 

Esquema (según currícula – Educación – MCBA):

 

El conflicto / los conflictos

 

Todos conocemos que la humanidad ha pagado con millones de vidas la aparente incapacidad para controlar y desarticular los conflictos que ha creado, sostenido y hasta “cultivado” a lo largo de nuestra historia.

Si nuestro mundo no responde a las necesidades habituales del hombre es porque o bien éstas son un “artículo” de consumo o bien porque somos nosotros mismos quienes sistemáticamente destruimos sus recursos naturales. Todo nuestro mundo ha sido creado a nuestra dimensión y, sin embargo, el hombre sigue empeñado en fantásticas torres de Babel. Por supuesto que no se incluye aquí el desarrollo científico al servicio del hombre sino aquel que, por el contrario, mortifica sus posibilidades de un crecimiento estable y saludable.

No obstante, el arte para controlar y manejar los conflictos en forma equilibrada se está desarrollando con alguna rapidez en centros en los que se genera asimismo una atmosfera de amplia coparticipación.

Desde los estudios para la Paz, se ha podido reportar dos áreas de sumo interés:

1- Juegos de crisis o de desarme, vg. “Fuerza, Amenaza, Héroe, Líder, etc.”: basado en estudios sobre cooperación y competencia del psicólogo y matemático Anatole Rapopport, “What is Peace Research” – Peace Research Institute, Ontario, Canadá, 1966 – quién los ha denominado “non-zeri-sum”. En los juegos conocidos como tradicionales llamados Pérdidas y Ganancias, la suma es igual a cero, lo que determina que un jugador gana lo que el otro, o los otros pierden.

En los juegos de Rapopport, los resultados son: 1) Un jugador gana moderadamente si: su estrategia es competitiva y la de su oponente cooperativa. 2) Ambos jugadores pierden si: la estrategia de ambos es competitiva. 3) Ambos ganan si optan por una estrategia cooperativa.

En la política, estos juegos fueron sistematizados por el sociólogo Charlos Osgood bajo el nombre de G.R.I.T. (Graduates Reciprocation In Tensión Reduction) en el que sugiere que un adversario considere ventajosas algunas iniciativas de la otra parte, unilaterales y conciliatorias, lo que desafiaría a que su contrincante responda de una manera similar. (Cfrs. Osgood, ch., “The Grit Proposal for Ending the Arms Race” – International Congress of Applied Psychology – Copenhagen, Agosto 1961).

2- Juegos de simulación. En este proceso, existe para los participantes un mayor nivel de compromiso porque estos deben tomar decisiones en situaciones artificiales (o no) de conflicto.

Ej.: los estudiantes recogen datos sobre: personalidades, conflictos de la clase o colegio, grupo social, país o internacional del pasado, presente o de un futuro posible y asumen un rol para resolver la situación de conflicto en forma positiva, analizándose “a posteriori” sus consecuencias.

 

Para este interjuego es necesario establecer:

 

Estrategias para modificar positivamente un conflicto.

 

Cuando un determinado conflicto entre adversarios históricos emerge nuevamente, muchas veces el establecimiento de una estrategia adecuada puede ahondar más aun las diferencias habidas, pero aquella de hecho deberá conducir al común acatamiento de los derechos humanos como de sus valores sociales en juego, estimulando al máximo la participación de las partes en conflicto (efecto turbina).

Un proceso interesante podría seguirse del siguiente modo: 1- Búsqueda de datos. 2- Confrontación de los mismos. 3- Negociación de las partes. 4- Conciliación. 5- Desarrollo posterior de la nueva estrategia. 6- Mantenimiento. 7- Creatividad.

Para lo cual el mediador (o mediadores) deberá poseer: Capacidades propias; Actitudes amplias y profundas; Sensibilidad, intelectualidad y capacidad de acción; Habilidad para la comunicación; Capacidad de análisis crítico y exhaustivo; Imaginación y creatividad; Poder educar a otros bajo el concepto de “replicador social”; Objetividad; Respeto por la libertad e ideología del otro; Seleccionar con precisión los paradigmas a utilizar en la educación; Enseñar no sólo “que” sino “como” (necesidades, problemas y maneras de lograr la paz).

 

Ante todo es necesario recalcar el rol de las NACIONES UNIDAS

 

Las Naciones Unidas

Desarme y paz

 

Desde su fundación (San Francisco, 1945) las Naciones Unidas ha venido examinando profundamente las cuestiones ligadas a la Paz y al Desarme.

Los esfuerzos de los gobiernos en su seno ha generado importantes: Tratados multilaterales mundiales; Tratados multilaterales regionales; y Tratados bilaterales.

 

Tratados multilaterales mundiales

 

El tratado por el que se prohíben los ensayos con armas nucleares en la atmosfera, el espacio ultraterrestre y debajo del agua (Tratado de prohibición parcial de los ensayos), de 1963.

El tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la explotación y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes (Tratado sobre el espacio ultraterrestre), de 1967.

El tratado de la no proliferación de las armas nucleares (Tratado sobre una proliferación) de 1968.

El Tratado sobre prohibición de emplazar armas nucleares y otras armas de destrucción en masa en los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo (tratado de los fondos marinos) de 1971.

La convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxinicas y sobre su destrucción (Convencion sobre las armas biológicas) de 1972.

La convención  sobre la prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares y otros fines hostiles, de 1977.

El acuerdo que debe regir las actividades de los Estados en la Luna y otros cuerpos celestes (Acuerdos sobre los cuerpos celestes), de 1979.

La convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que pueda considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminatorios  (Convencion sobre armas inhumanas), de 1981.

 

Tratados multilaterales regionales

 

El Tratado Antártico, de 1959.

El tratado para la proscripción de las armas nucleares de America Latina (Tratado de Tlatelolco, de 1967.

El tratado de la zona desnuclearizada del Pacifico sur (Tratado de Rarotonga), de 1985.

El documento de las negociaciones sobre medidas destinadas a fomentar la confianza y la seguridad (Viena), de 1990.

El tratado sobre fuerzas armadas convencionales en Europa, de 1990.

 

Tratados bilaterales

El tratado sobre la limitación de los sistemas de proyectiles antibalisticos, de 1972.

El tratado provisional sobre ciertas medidas relativas a la limitación de las armas ofensivas estratégicas, de 1972.

El acuerdo sobre la prevención de la guerra nuclear, de 1973.

El tratado sobre la limitación de los ensayos subterráneos con armas nucleares, de 1974.

El tratado sobre las explosiones nucleares subterráneas con fines pacificos, de 1976.

El tratado sobre la limitación de las armas estratégicas ofensivas, de 1979.

El acuerdo sobre la creación de centros para la reducción del riesgo nuclear, de 1987.

El tratado entre los Estados Unidos de America y la Unión de las Republicas Socialistas y Sovieticas sobre la eliminación de sus misiles de alcance intermedio y de menor alcance (Tratado sobre fuerzas nucleares de alcance intermedio), de 1987.

El acuerdo sobre la notificación del lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales y de misiles balísticos lanzados desde submarinos, de 1988.

El acuerdo sobre la destrucción y no producción de armas químicas y medidas para facilitar la convención multilateral sobre la prohibición de las armas químicas, de 1990.

El tratado sobre la reducción de las armas estratégicas, de 1991.

Fuente: Temas de Desarme. Las Naciones Unidas y el Desarme desde 1945. Nº 78, Naciones Unidas.

(Se incluirán “a posteriori” en nuestro proyecto de investigación sobre “Educacion para la paz” otros tratados que han surgido en los ùltimos tiempos.

 

Un ejemplo de la necesidad de tratados, convenciones, contratos, etc. es un imperativo categórico del cual no podemos substraernos ya que las guerras continúan en todas sus “malditas” formas por los motivos más inauditos e injustificados. Uno de estos ejemplos será visualizado en el acápite siguiente.  

 

El hombre y la guerra (1990)

 

Al final de la guerra del Golfo más de 600 pozos de petróleo ardían. Diariamente mas de 500.00 barriles y 70 millones de metros cúbicos también ardían. Sus consecuencias inmediatas, humo, dióxido de azufre y otros contaminantes (aun a la fecha desconocidos) por sus efectos sobre la salud de las personas y el ecosistema propio de la zona. Es así que la Organización Meteorológica Mundial estimo que durante los cinco primeros meses de los incendios en Kuwait mas de 40.000 toneladas de dióxido de carbono, 3.000 toneladas de oxido de nitrógeno y medio millón de toneladas de dióxido de carbono fueron emitidos diariamente a la atmósfera.

El petróleo, fuente de riqueza para el Medio Oriente se volvió en esta absurda (como todas) guerra el peor enemigo de la Humanidad.

Este así llamado ‘oro negro’ que no se renueva y Europa tan dependiente de esta forma de energía hubiera debido salir en búsqueda de otras modalidades energéticas tal como el sol, el uranio, las fuerzas cólicas.

Cuando el petróleo inundó a este ecosistema, desestructuró su armonía produciendo los siguientes efectos letales: por su peso especifico (menor al del agua) y su insolubilidad, contamino la superficie marítima y destruyó los organismos que allí convivían. Al mismo tiempo, la oxidación de los alquitranes mas densos y flotantes se produjo por la acción de los rayos ultravioletas por lo que multitud de organismos se quedan irremediablemente sin el oxigeno vital para su subsistencia. Todos reconocemos ya que la contaminación de las aguas y sus habitantes, peces, mamíferos y aves, produce una mortandad tal que afecta directamente sus vidas y por consiguiente las nuestras.

El derrame programado e intencional del petróleo en Kuwait posee magnitudes casi irreparables, afectando no solamente la región, sino probablemente a todo el planeta.

Ese 26 de Enero de 1990 la enorme mancha de petróleo producida por las terminales abiertas ‘ex profeso’ en Al Ahmadi, apenas 30 kilómetros de la ciudad de Kuwait, origino a nuestro entender el mayor desastre ecológico en lo que va de esta centuria. El Golfo Pérsico en poco tiempo se convirtió en un mortal y gigantesco deposito de residuos de petróleo crudo. Sus consecuencias son aun hasta la fecha impredecibles y ya que el ecosistema en el Golfo es sumamente cerrado se supone que la contaminación será profunda y por largo tiempo. Imaginemos su gravedad ya que esta situación impedirá el normal funcionamiento de las plantas de agua potable para Arabia Saudita con el consiguiente trastorno humano y técnico.

Asimismo esta contaminación afecta y seguirá afectando directamente tanto a la fauna como a la flora marina. Esas espesas capas de petróleo al evaporarse en su superficie contribuyeron y contribuirán a la polución aérea. Toda la costa sana del Golfo Pérsico hoy se encuentra en vías de desaparición. Allí es posible observar con gran tristeza millares de aves que, con sus plumas impregnadas de petróleo, esperan su irremediable e injusta muerte.

El hombre no es propietario de la Tierra, sino su natural administrador en función de esta y las sucesivas generaciones, debiendo éticamente entregar este mundo en mejores condiciones de las que lo recibimos. Por este motivo a los ecosistemas naturales: agua, aire, suelo, paisaje, debemos desde todo punto de vista, organizar los ecosistemas sociales consecuentes: reemplazo de la pobreza, de la injusticia, de la violencia, del loco armamentismo, una vida libre de factores de riesgo, hogares dignos, turismo, salud.

Con guerras del Golfo a cada instante el noble mundo que habitamos mostrara su cansancio. Todos los ecosistemas afectados por esta guerra en la que se produjo una novedad: fue una guerra en base a misiles en la que no pudo concretarse la posibilidad del uso de armas químicas, otra forma eficaz que invento el hombre para destruir a sus semejantes y su entorno (animales, plantas, aire, agua, suelo), aun manifiestan el testimonio el testimonio de la destrucción.

Como observamos la fantasía mortal de nosotros, los hombre, no termina nunca. Solamente pensemos en la cantidad de guerras que hubo en la historia de la Humanidad (para que?). Fueron aproximadamente 14.000 lo que presupone la perdida de 4.000 millones de seres humanos. Las formas mas violentas parecen aun desconocerse y el delicado equilibrio pacifico de nuestro planeta se ve constantemente amenazado. La OTAN (Tratado del Atlántico Norte), firmado por Alemania Occidental, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia (retirado en 1966), Grecia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Holanda, Portugal y Turquía, es un compromiso a defenderse mutuamente en el caso de agresión ‘extranjera’ a alguno de sus miembros, firmado en Estados Unidos (Washington, 1949) y el Pacto de Varsovia (Bulgaria, Hungría, Polonia, Alemania Oriental, Rumania, Checoslovaquia, y la U.R.S.S) a partir de los grandes cambios estructurales de estos países y sus modificaciones globales, pueden aun mantener su vigencia?

Como las armas se han vuelto mas mortíferas es necesario que las conozcamos y poder así, obrar en consecuencia, integrándonos por ejemplo a aquellos movimientos por la Paz que seriamente garanticen sus objetivos, propuestas y metodologías.

Si en la Primera Guerra Mundial fueron 10 millones de muertos y en la Segunda hubo 50 millones de seres humanos muertos, que cabe esperar en una Tercera Guerra Mundial? Pensemos como nos señala Einstein: “…si, se que la Cuarta (Guerra Mundial), se hará con piedras y palos”.

Si en la guerra del Golfo no se usaron armas químicas no considero que a algunos de los miembros comprometidos en la misma, les faltaran deseos.

Estos llamados A.Q (Agentes Químicos) utilizados en la destrucción del otro semejante se los divide en dos grandes grupos: los que afectan al hombre y a los animales y los que afectan a las plantaciones de cualquier naturaleza. Entre los primeros (A.Q que afectan al hombre y animales) encontramos los “asfixiantes”, los que contaminan nuestra sangre (hematotoxicos), los que contaminan el sistema nervioso y las principales funciones vitales (neurotoxicos), los vesicantes (que producen quemaduras y ampollas en la piel) siendo el “gas mostaza” utilizado ya en la Primera Guerra Mundial un ejemplo típico, las toxinas que ingresan a nuestro organismo por aire o por ingestión y los psicoquimicos, las conocidas drogas “comunes”, ampliamente utilizadas junto con el “Napalm” en la guerra de Vietnam. Al producirse irremediablemente efectos nocivos sobre diversas partes del cuerpo, tales como los ojos, nariz, garganta, aparato respiratorio, intestinal, cardiocirculatorio, piel y sistema nervioso central, todos estos agentes químicos, dejan al hombre vulnerable a los mas despiadados y horribles finales de la vida, a menos que de esta situación sea posible en forma rápida y eficaz efectuar su detección, la identificación de los agentes actuantes, la descontaminación y el tratamiento medico y psíquico de las personas atacadas.

También para poder “matar mejor” el hombre se vale de elementos conocidos de la naturaleza (los llamados agentes biológicos, A.B, los que son de constitución agresiva). He aquí entonces a los agentes del cólera, pestes y enfermedades animales, fiebre amarilla, fiebre tifoidea y la fiebre Q; armas que en grandiosa escala producirían epidemias con la consecuente desaparición de pueblos enteros. Estos agentes biológicos ya fueron utilizados por ejemplo en la guerra de la U.R.SS y Afganistán en el año 1979.

Además de los daños ocurridos en el mismo instante de producido el ataque a todas estas “armas” dejan una secuela de largo tiempo que destruyen no solo la vida actual sino las posibilidades futuras de vida en todos sus niveles biológicos.

Al acercarnos a esta thanatica condición humana muchas son las actitudes que podemos adoptar, negar esta situación, justificar (lo injustificable?), ser indiferentes pensando que el peligro esta lejos o bien articular nuestros recursos naturales y éticos al servicio de la Prevención de las Guerras y otras formas de violencia consecuentes por medio de Educación para la Paz y el ejercicio de una convivencia armónica y progresista del mundo en que vivimos.

Basta revisar la historia global del hombre para comprender inmediatamente que es un paso urgente a ser dado por todos ya que de nosotros mismos depende el estado de la vida y el mantenimiento del Bien Común.

 

De la Educación en Democracia

 

De más en más la Educación es no solo reconocida como un derecho fundamental del hombre sino que lo es también respecto a la dimensión esencial para su desarrollo. Testimonio de lo anterior es la constante expansión que los sistemas educativos han alcanzado entre los años 1970 y 1980.

 

Tanto en Asia, como en el África, América Latina y el Caribe durante este período, los porcentajes de tasas brutas para las educaciones primarias y secundarias han aumentado con un ritmo sostenido que muestran tanto una demanda social mayor como una voluntad política más definida. En los años mencionados fueron movilizados considerables recursos tanto materiales como humanos y financieros, los que desde hace algunos años han sufrido, lamentablemente, una disminución general de ese ritmo.

El fantasma del analfabetismo acecha con porcentajes que aún no sólo asombran sino que preocupan a toda persona sensibilizada al sistema educacional. Setecientos sesenta millones de analfabetos en 1970, ochocientos catorce millones en 1980 es una tendencia que si se mantiene hacia fines del siglo XX generara novecientos millones de seres sin educación.

 

Ligados al analfabetismo encontramos la deserción escolar, la pobreza, la subalimentacion, los problemas sanitarios, de salud, de viviendas y el desempleo. La interacción de todos estos factores produce un cuadro estadístico desalentador, sobre todo en los países en vías de desarrollo.

 

La necesaria democratización de la educación no supone solamente la expansión de los sistemas educativos para que alcancen a mayores sectores sociales, sino que implica también una renovación de estructuras, métodos y contenidos en más cercana relación al medio ambiente en el que están inscritos.

Los prejuicios sociales imperantes son, la mayoría de las veces, las causantes de una reiteración de contenidos educativos que ya envejecidos no aportan ningún beneficio a los currículos habituales. De este modo, la enseñanza corre atrasada en relación a la cambiante realidad.

 

La actual historia de la educación lleva el sello de una búsqueda de nuevas estrategias en la revisión de la calidad de los estudios en los que, la democratización de la educación no solo presenta aspectos cuantitativos; su calidad es también parte esencial en el proceso de alfabetización.

 

Los esfuerzos realizados por los particulares se sustentan sobre ideas originales basadas en ejemplos y modelos tomados de la realidad inmediata. Cualquiera que sea la instrucción que se imparta debería gozar de la mejor calidad acompañando la evolución de las sociedades y a su vez, incentivando a las mismas en este proceso.

Hoy en día asistimos a progresos acelerados, tanto en técnica, conocimientos, estructuras y actividades que imponen en consecuencia formaciones más profundas y paralelas cuyo sello inicial no debería perderse. Ante esta situación es inevitable que se siga sosteniendo una Educación Permanente.

 

Muchos países están preparando sistemas educativos que le permitan al hombre encontrar un lugar adecuado para desarrollar no solo su vocación sino también sus actitudes, con lo que se obtendría una dinamizacion de su función en la sociedad en que vive; y esto es válido no sólo para los jóvenes sino también para aquellos adultos que aparecen como “jubilados del conocimiento” (Adultos y 3ra edad) sea por la razón que fuere.

 

El conocimiento no tiene limites de ahí que después de un período primario prosiga una educación secundaria, terciaria, universitaria y postuniversitaria (master, doctorados, etc) y aún así con el incremento constante de los procesos de adquisición se hace necesario continuar el aprendizaje de la formación personal.

Nuevos modelos – como la formación a distancia – de aprendizaje complementan a la escuela considerada desde sus inicios como el verdadero y básico elemento central de cualquier modo de educación.

 

El vencimiento de prejuicios basado en el mantenimiento del “status-quo” patrimonio de aquellas personas que por razones estructurales sostienen que todo esta dicho en materia de educación, es una tarea compleja pero inevitable para dar paso a la apertura del desarrollo educativo. Estos prejuicios las mas de las veces están basados sobre ese tan humano proceso defensivo de negación frente a lo “um-heimlich” (lo desconocido, lo extranjero, por lo tanto peligroso).

Es necesario que, quienes así operan puedan darse cuenta que la esencia del conocimiento forma parte de esa imagen impregnada al hombre desde el momento de su creación y que, en ese despliegue hacia nuevos horizontes esta la raíz de su libertad y trascendencia.

 

El hombre al saber de sí, de sus aptitudes, del otro semejante, del otro, de su grupo, pueblo, nación y continente, de su historia y tradición, de sus religiones y su ciencia, arte y política (la lista es demasiado larga e igualmente interesante), se abre a un mundo que le pertenece y que merece ser cuidado, respetado y acrecentado.

La relación armónica del hombre con su medio no solo es contemplada por la Ecología sino por todos aquellos procesos que promueven y mantienen la paz entre los pueblos. Una mente en equilibrio generalmente proyecta el mismo hacia su medio: una mente en paz produce Paz. Pero es un tipo de paz que contribuye a la creatividad en forma dinámica y sostenida. De aquí que Educar para la paz no solo es el soporte fundamental de la Democracia y la Libertad sino el imperativo de categoría ética insoslayable.

 

El universo interno y externo del hombre se parece en múltiples aspectos siendo dos caras de una misma moneda y para poder vivir en el mundo que habitamos y en el que nos propondrá el futuro, conocer la mayoría de sus intimidades (generalmente registradas en forma de teorías y leyes desde diferentes perspectivas) impone una educación exhaustiva y estratégica al alcance de todos.

Para estos fines una educación nacional, una vez determinados sus objetivos, contenidos, modalidades y naturaleza debería contar con la participación cooperativa en el orden internacional. De aquí que las promociones de intercambio cultural entre países de diferentes etnias sea un requisito fundamental para el progreso del conocimiento todo.

La capacitación docente, también en este sentido, permitirá suficientes niveles de eficacia en las políticas educativas, ya que son ellos –los docentes- los agentes de intercambio que dinamizan el acceso al saber. En este sentido el re-examinar los perfiles de formación de los educadores, es una tarea necesaria y urgente.

Se trata como puede verse, de un proceso de capacitación que debe ser asumido en forma de estrella en cuyas puntas puedan ubicarse todos los estamentos posibles de una sociedad que anhela crecer y desarrollarse armónicamente así como los puntos de urgencia para este desarrollo en lo referido a investigación y experimentación.

A tal efecto mencionamos aquí, en el apartado 38 de la segunda parte del informe las Comisiones-Unesco (12/20-4-1983):

Apartado 38: Gran numero de delegados aludieron al problema de la falta de maestros calificados y con experiencia. Los principales puntos débiles citados fueron: conocimiento insuficiente del contenido de la educación internacional; falta de comprensión del alumno, sus motivaciones y necesidades; tendencias a concentrarse en cuestiones locales y nacionales y eludir los problemas internacionales; ineficiencia de sus programas previos al ejercicio de su carrera y a los programas en el ejercicio de la misma que ofrecían las instituciones de formaciones de maestros y las universidades que no preparaban de manera conveniente a los educadores y a otros tipos de personal docentes para que cumplieran su misión con eficacia y contribuyeran a la consecución de los objetivos de la Recomendación; inconvenientes en la esfera de la investigación y la experimentación, cuyo desarrollo adecuado sería indispensable para que la educación internacional pudiese tener las bases científicas y pedagógicas necesarias. En varias oportunidades se reafirmó el carácter global y la riqueza de los contenidos de la educación para la comprensión internacional, y se destacó que esta educación tendría que concebirse como una dimensión nueva del espíritu que impregne el proceso educativo en su totalidad”.

Y aquí consideramos que para que esta nueva dimensión del espíritu pedagógico adquiera un curso definido, la Paz –natural soporte de las instituciones democráticas – (las que ordenadas en base a criterios pacifistas promueven el desarrollo creador de las comunidades al servicio del progreso y de la vida), estrechamente vinculada a la democracia, merece tener un destacado papel en las currícula primarias, secundarias, terciaria y universitaria en lo formal y lo no formal.

 

Ambos criterios – Paz y Democracia – sostienen en su interior un proceso de solidaridad humana difícilmente de ser superado en la escala ética (“synderesis”) de cualquier sociedad.

 

 

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