En busca del sentido del tiempo en el hombre – CAPITULO 4 del Libro Psicología del Turismo – Jorge E. Garzarelli

En busca del sentido del tiempo en el hombre

En cuanto al ocio como tiempo libre, se autocondiciona, opera en sentido la libertad, y el ocio está al servicio del hombre y de su creatividad.
¡Este podrá ser uno de los sentidos del tiempo libre humano!
De este modo, la conducta del hombre podrá tener un significado placentero y ético al mismo tiempo. Uno podrá hacer lo que quiera, ayudándose y ayudando a otros.
Puedo querer hacer algo o puedo no quererlo. Mi libertad me permitirá elegir estar ocioso o tener alguna actividad.

Las interpretaciones psicológicas

Una manera de entender el tiempo libre es la de concebir al ocio como un fenómeno subjetivo: hacer lo que quiero, como quiero y cuando quiero.
Kaplan entenderá al ocio como un tiempo libre percibido por los individuos, hacer lo que uno quiere. Acorde con su libre iniciativa (F. Crespi), por libre elección (Brightbill, Parker), u obrar acorde con nuestros deseos (Hofstatter), o por goce personal (Buttler).
Jane a su vez señalará que el tiempo de ocio es psicológico y subjetivo. Esta concepción le da un rasgo principal al factor psíquico y subjetivo de cada una de las personas.
Lo que contará es el valor que cada individuo atribuye a su propia concepción del ocio.
Pero, además, esta concepción la debemos resignificar dentro de un espacio social, ya que el otro, como semejante, también se ve afectado, en la mayoría de los casos por nuestras actividades y también por nuestra «inactividad».
He aquí el juego de la libertad, como un modelo social que debemos tener en cuenta para integrar el tiempo del ocio al otro tiempo, el de los otros, en el que jugamos y desarrollamos nuestra vida.
Debemos sí, separar el verdadero ocio, el ocio del sujeto libre, del ocio que nos planean persuasivamente. Un ejemplo será el tiempo ocioso gastado en los shoppings sin que entremos a usar estos lugares para alguna compra oportuna y necesaria. El shopping por el shopping en sí mismo.

Concepciones objetivas

Otra manera de concebir el sentido del ocio como tiempo libre consiste en acudir a una base objetiva.
Se opondrá el ocio al trabajo. De este modo se obtendrá una escala de valores.
En la actualidad, utilizando esta escala, se obtendrán dos proposiciones, de significado contrario:
a) El ocio posibilita el trabajo (recordemos a Cicerón). Esta tesis tomada en forma radical nos llevará al puritanismo. Para esta tesis el tiempo libre carece de fin propio. El ocio posibilitará la Recuperación para poder trabajar más y mejor.
b) El trabajo posibilita el ocio (tesis inversa a la anterior). Esta tesis arranca de la skholé y se encuentra latente en el ocio caballeresco. Lo que domina aquí es el ocio, el que dotaria de sentido al tiempo libre.
Pero, si partimos de que trabajo y ocio no se oponen, surgen a su vez otras dos proposiciones asimismo contrarias:
a) El trabajo y el ocio son autónomos, porque tienen por sí mismos sus propios fines. Son dos mundos distintos.
b) El trabajo y el ocio son recíprocamente complementarios. Esta es la tesis típica del marxismo, que como sabemos todo lo lleva a relaciones de producción sin tener en cuenta lo trascendental del hombre y sus otras posibilidades.
Como veremos más adelante, hay otras concepciones entre las que se
encuentra la Concepción Funcional de Dumazedier, la que aunando diferentes criterios nos llevaría a considerar el sentido del ocio con mi tiempo libre.

Deja un comentario