Formas del Tiempo – CAPITULO 3 del Libro Psicología del Turismo – Jorge E. Garzarelli

Formas del tiempo

Tal como hemos visto en el capítulo anterior, el tiempo las sociedades antiguas, seguía otros criterios bastante diferentes los utilizados en la actualidad. Antes la Naturaleza estaba tan incluida tempolaridad que era de hecho inseparable.
Hoy este aspecto lo encontramos en pequeñas poblaciones rural
o que siguen patrones tradicionales y folklóricos, aun cuando posean
relojes de lo más actualizados, ya sea en sus instituciones en sus muñecas.

El tiempo ha sido desde siempre una preocupación del hombre, cual ha originado diferentes modos de apreciación del mismo acorde con el lugar de pertenencia del mundo.
Una cosa es el tiempo social, otra el tiempo individual, aun cuando ambos están completamente interrelacionados. Separemos de esta complementariedad el denominado timing, el tiempo propio singular de
cada ser humano, tal como lo veremos más adelante. ¿que será esa categoría del tiempo libre?
¿Es acaso diferente del tiempo del ocio?, ¿tendrá que ver con libertad individual o social?, ¿el tiempo que nos queda fuera de nuestras actividades habituales?, ¿el tiempo aquél que usamos para nuestras actividades recreativas?, ¿es acaso un tiempo libre, el de nuestras vacaciones? Trataremos de contestar todas estas preguntas dentro de poco.
A grandes rasgos y según diferentes autores se podrán definir diferentes clasificaciones de «tiempos libres»:

a) Desde la Escuela de Frankfurt el tiempo es el que queda después del trabajo. Los evangélicos alemanes también apuestan esta posición.

b) Para otros autores (Dumazedier, Lundberg, etc.) el tiempo libre es el que queda libre de las necesidades obligaciones diarias. Loefler señala que el tiempo libre es el no dedicado trabajar ni dormir.

c) Tiempo libre será el que queda libre de las necesidades obligacciones cotidianas y uno lo emplea como quiere.

d) Otro grupo se apoya diciendo que tiempo libre es el que se emplea en lo que uno quiere, lo cual admite también el tiempo de trabajo.

e) Por último (Kaplan) señala al tiempo libre como aquel destina do al desarrollo fisico e intelectual del hombre como un fin en sí mismo.

El tiempo semi-libre

Un autor como Joffre Dumazedier, basándose en investigaciones empíricas, y señalando que para muchos trabajadores es la actividad en si y no el tramo, lo que parece constituir una unidad fundamental, señala que en la vida diaria además del trabajo se dan otra serie de actividades obligatorias y de carácter fundamental para la vida humana.
Estas son:
1. los deberes sociales
2. los deberes espirituales
3. los deberes familiares
4. los deberes culturales
5. la educación de los hijos
De este modo para este autor, la estructura de la vida diaria se compone de tres partes:
a) el trabajo
b la vida fuera del trabajo
c) el ocio
Dumazedier indica que hay otros tipos de actividades entre las que indica los semi loisirs (semiocio), una especie de mezcla ambigua en las que el ocio se mezcla con el trabajo, por ejemplo, distracciones que procuran dinero (el golf es uno de estos casos). Otras actividades serían los hobbies. En todas estas actividades hay algo de utilidad, obligación y al mismo tiempo placer.
De este modo, este autor indica que hay:

actividades obligatorias:  

  • trabajo
  • semiocios / tiempo libre
no obligatorias
  • ocio
Aquí encontraremos entre los semiocios forma de tiempo semi-libre.
¿Dónde creen ustedes que se encontrará la recreación dada por los
viajes de placer?, ¿es ocio?, ¿es tiempo libre?, zes tiempo semi-libre?
Otro autor, Gianni Toti (de la escuela italiana), da el siguiente enfoque.
Hay en el tiempo diario:
1) el tiempo desocupado, involuntario
2) el tiempo de trabajo
3) el tiempo fisiológico (comer, bañarse, deporte)
4) el tiempo cultural (educación, cultura, etc.)
5) el tiempo libre propiamente dicho, de recreación, de «nosotros
mismos» en el placer de vivir.

El tiempo libre

Ahora bien, ¿qué entendemos por tiempo libre?
El tiempo libre estará constituido por un aspecto del tiempo social -el de la comunidad a la que pertenecemos- en el que nosotros mismos nos condicionamos a un tipo de conducta en el que nuestra libertad es lo más importante. La libertad será superior a la necesidad.
De hecho el tiempo libre pertenece a una categoría especial de la temporalidad.
De esto hablaremos más adelante en el capítulo 4 sobre los aspectos axiológicos del tiempo, cuando buscaremos el verdadero sentido del tiempo libre.

El tiempo social. Tipología

Toda conducta humana está condicionada por la misma sociedad a
la que pertenece el individuo.
De hecho el tiempo ocupado por una actividad resulta que no es homogéneo. Tiene diferentes caracteristicas y posibilidades.
Teniendo en cuenta las diferentes posibilidades observaremos una
tipología del tiempo social que se diferencia en cuatro tipos fundamentales:
1. El tiempo psicobiológico
Es el que ocupado por todas las conductas impulsadas por nuestras necesidades psíquicas y biológicas elementales: dormir,
alimentarnos. Y todo aquello que se hace necesario para poder dormir y alimentarnos, tal como ir de compras, preparar las camas, bañarnos, levantarse, etc. Esto utiliza una cantidad de tiempo casi siempre de igual
duración y tiene un ritmo particular. Son necesarias e imprescindibles.
Es un tiempo individual, porque nadie puede dormir por mí o levantarse por mí.
2. El tiempo socioeconómico
Es el tiempo destinado a ejercitar las conductas destinadas a cubrir
las necesidades económicas. El «ganarse la vida», en términos comunes. Está condicionado por vocaciones o aspiraciones personales, así también como por necesidades elementales o de otra clase. Este tiempo estará condicionado por factores de naturaleza industrial, comercial, etcétera.
3. El tiempo socio-cultural
Está dado por las acciones que demanda la vida socio-cultural.
Cine, teatro, conciertos, temas políticos, asuntos familiares, obligaciones tributarias, funciones religiosas.
4. El tiempo libre
En el tiempo libre no hay una necesidad para hacer las cosas. La necesidad es intrínseca, creada por nosotros mismos. Uno mismo es quien pone las reglas. La conducta está vinculada a la libertad individual.
La libertad (en este caso) en autocondicionarse. Libertad por otro lado vinculada a la responsabilidad de ser.
El tiempo libre se siente como tal con un alto grado de nitidez
vivencial y de claridad intelectual.
A través de esta claridad nos damos cuenta de otro tiempo, el tiempo social en el que estamos «sometidos» a reglas que, aun cuando las aceptamos condicionan desde afuera nuestra vida. Una forma de tiempo libre, será el tiempo del deporte pero en forma amateur, ya que cuando el deporte se profesionaliza, está sujeto a todo tipo de reglas, las del propio deporte, las de la institución, las de la Federación, las nacionales, las reglas internacionales, etcétera.
Otra forma de tiempo libre es el que dispongo en arreglo con mis intereses culturales, sin estar condicionado por valores, tal sería el ejemplo de visitar una exposición de pintura de mi agrado, pero no en el caso de que yo fuera crítico de arte. Cabe señalar por supuesto que hay profesiones que de tanto quererlas, y aun a pesar de sus reglas y su normatividad ética, casualmente por poder cumplir con libertad las mismas, nos hacen sentir libres y consecuentemente creadores. La creación será una de las formas de la libertad. Quienes somos creyentes, suponemos que Dios nos ha creado desde su divina e intrínseca libertad.
Existen dos acepciones del tiempo libre: una en la que la libertad predomina sobre la necesidad y otra en la que la necesidad de libertad está condicionada
por el medio.
De todo esto puede inferirse que el tiempo realmente libre es una forma de compensación personal frente a los tiempos diferentes que ocupamos durante el resto de nuestra vida: el trabajo, las actividades personales de naturaleza social y profesional, el tiempo socioeconómico, el específico y necesario tiempo psicobiológico.

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